No sé si tenéis pueblo al que volver.
Cuando vuelvo al mío, sobre todo estos días, cuando te encuentras con gente que llevas un año sin ver, se repiten las mismas conversaciones una y otra vez.
A veces me divierte. Me preparo respuestas provocadoras a preguntas que intuyo sin equivocarme que me harán. Y se escandalizan porque digo que ya no me dedico a la psicología sólo porque no me llena. Que me vuelvo a mudar. Que no quiero ser madre. Que escribo. Me miran con ojos llenos de fracaso. Sienten lástima por mí. Con lo que tú valías... 
Con lo lejos que podrías haber llegado... 
Yo a veces también lo pienso, no creáis , cuando me atrapan los deberías y los tendría que, los miedos y el ya no tienes edad para estas cosas. Luego respiro y recuerdo que elijo, que tengo la suerte de poder hacerlo, y me siento terriblemente feliz, 
justo cuando dejo de mirarme con sus ojos, y me miro, de nuevo, con los míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario