Denuncio al sistema. A este sistema que no tiene fisuras, del que no dejan que te escapes, que corrompe tus huesos y tu sueños y te convierte en quien no eres.
Denuncio el tinglado que se han montado unos pocos cínicos, que cobran más en dietas que el salario mínimo que ellos proponen para familias enteras. Denuncio su doble moral, su falta de moral y que puedan dormir por las noches.
Denuncio al colegio que me dijo que tenía que esforzarme en sacar buenas notas para tener un buen trabajo.
Denuncio a la administración que en lugar de facilitarte las cosas las llena de formularios absurdos y de leyes sin sentido.
Denuncio que importa más el continente que el contenido.
Denuncio a mi familia que me inculcaron (me inocularon) la importancia de ser buena ciudadana, de reciclar, de no molestar, de pagar impuestos.
Denuncio que miro a mi alrededor y triunfa más quien menos lo hace.
Denuncio al gobierno. Por el recorte de derechos, de salarios, de dignidad. Denuncio que salgan en los medios contradiciéndose. Denuncio que puedan mentir sin escrúpulos. Denuncio que la política sea una forma de enriquecerse. Denuncio su falta de humanidad.
Denuncio los cargos a dedo, las subvenciones para los amigotes, las comisiones absurdas que se crean para dar trabajo a lxs mismxs de siempre. Denuncio la corrupción y que a nosotrxs nos pidan el IVA hasta del puto aire.
Denuncio los cuentos que me contaron. Siempre ganaban los buenos.