Dame la mano,
necesito una mano
(y no al cuello)
tengo las mías en carne viva
de no arañarme.
Respira flojito
que yo te aprenda
estoy sin aliento
de estar parada.
No me comprendas,
ojalá nunca lo entiendas,
sólo no me niegues la salida
que estoy buscando.

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