A mí ser feliz me cuesta un huevo. 
Por genética, educación o porque yo me lo he buscado.
Cada mañana me asusta la idea de enfrentar otro día, y no hablemos ya de las noches, cuando me quedo sola conmigo y me susurro lo que me odio. O que no valgo. O que para qué la vida... Mi cerebro repasa a borbotones cada uno de lo que yo creo que son mis fracasos. Cada vez que metí la pata. Cada palabra que dije fuera de lugar. No me aguanto. 
Por eso invento. 
Y escribo y canto y bebo como un minero. Porque elijo ser feliz aunque me cueste un huevo. Quizá por eso no me crees cuando te digo que te entiendo, que también estoy rota. Porque reconoces mi risa .
Y es que elegí risa.
Elijo la risa conscientemente mil veces al día. Cada vez que caigo.
Muchas veces querer ser feliz es lo único que tengo.
Y, a veces, hasta lo consigo.

1 comentario:

  1. me gusta... llegué googleando "me cuesta un huevo ser feliz"

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