Escila y Caribdis


Cuenta la mitología clásica que hay en el Mediterráneo un estrecho tan estrecho que se puede, desde una orilla, alcanzar la otra con una flecha.
En una de las orillas habita Escila, entre los acantilados, emitiendo terribles aullidos, con doce pies deformes y seis largos cuellos que terminan en horribles cabezas, con tres hileras de dientes cada una. Agazapada, espera en una gruta a los barcos para devorar a sus tripulantes...
No con algo mucho mejor nos encontramos en la otra orilla: Caribdis, un horrible remolino capaz de succionar todo lo que se ponga a su alcance.
Ese es el dilema al que se enfrentaban quienes en la Antigüedad tenían la osadía de querer cruzar el Mediterráneo: muerte o muerte.
Como ahora...
Aunque ahora es peor.
Porque los monstruos existen.

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