¿Y ahora qué?


Ahora que llevo el pelo de un color que no escandaliza a la peluquera, que mis sueños se han reducido a eso que hablabais de las pequeñas cosas, que no me lío un lunes y me compro ya rotos los pantalones. Ya que no me siento en las aceras, que hablo más bajito y tengo un trabajo que me permite salir a cenar una vez por semana, que tengo unos pendientes a juego con sólo un par de zapatos, que he aprendido idiomas, que no tomo carbohidratos por las noches. Ahora que dejé de meterme en los charcos y los bordeo con elegancia y algo de cinismo, que estoy reformada, adecentada, recompuesta, regularizada, que soy normal...
 Ahora ¿qué?

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