Ahora la caligrafía se llama lettering. Ya sabéis que en inglés todo mola más y es más moderno. A mí, que lo único que me ha faltado es la carrera de medicina, porque la letra ya la tenía, me tiene completamente enganchada. Me relaja y hace que por fin sea capaz de cuidar las formas dentro de mi loco mundo en el que sólo importan las ideas. 
Me he regalado estas palabras que definen quien soy. Porque voy a dejar de pelearme conmigo. Y a dejar de sentir vergüenza. Y a asumir mis debilidades. Y a no volver a quedarme en silencio. 
Me las he puesto en la pared, justo donde miro mientras trabajo, para los muchos momentos en los que me olvido que voy a empezar a quererme un montón.

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