A cualquiera nos rompieron alguna vez.
Lo que nos distingue es con qué nos pegamos los pedazos:
con otro amor (y a una misma también vale)
con más mierda,
con cemento armado...
Yo, esta vez, me he dejado las grietas al aire.
Nunca he sido tan fuerte desde que me muestro rota.
Porque entra el frío,
qué remedio,
pero quien se acerca
ve la luz
entre los jirones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario