Hoy puede ser un mal día.

Despertarte con el ruido de la enésima obra que hacen bajo tu ventana y que no haya café. Y eso que quedastéis en que lo hacía quien se lo terminara. Que llueva, o que haga demasiado calor, y perder el autobús. También puede que no recibas el mensaje que querías recibir, o la respuesta a un te quiero. Olvidar la cartera en casa, que se te de la vuelta el paraguas, que te venga la regla. Pisar una mierda justo antes de entrar al trabajo, que no haya venido tu colega, hacer fatal la presentación. O quizá han cerrado el bar de abajo, donde solíais comer. Tener una discusión con el jefe, incluso que se te acabe el contrato, que llegue el seguro del coche justo a final de mes.
Que se te pinche una rueda en un atasco, que tu padre llegue borracho, que la muela te vuelva a doler.

Hoy puede ser un mal día.
Pero mañana hoy,
ya será ayer.