Te quiero,
y quiero decírtelo todos los días,
porque nunca asumiré que lo sabes
sólo porque te lo griten mis ojos,
porque lo que no se nombra no existe,
y ya sabes que soy de palabras.
Te quiero,
y quiero decírtelo todos los días,
pero dejaré constancia por escrito,
por esos días tontos en los que se me olvida,
o hago que se me olvide por orgullo
o porque no has fregado los platos.
O por esos días en los que no soy yo misma
porque vuelven los demonios,
o los días en los que me quedo sin voz
por llorar demasiado,
y por los días que me da miedo decírtelo
no vaya a ser que lo creas
y ya sepas que no tengo escapatoria.
Y por los días en los que soy demasiado poeta
y dejo de ser persona.
En esos días,
ven aquí y recuerda que te quiero todos los días.
Y recuérdame que te lo diga.
Y recuérdame que me quieres
sobre todo
esos días.
y quiero decírtelo todos los días,
porque nunca asumiré que lo sabes
sólo porque te lo griten mis ojos,
porque lo que no se nombra no existe,
y ya sabes que soy de palabras.
Te quiero,
y quiero decírtelo todos los días,
pero dejaré constancia por escrito,
por esos días tontos en los que se me olvida,
o hago que se me olvide por orgullo
o porque no has fregado los platos.
O por esos días en los que no soy yo misma
porque vuelven los demonios,
o los días en los que me quedo sin voz
por llorar demasiado,
y por los días que me da miedo decírtelo
no vaya a ser que lo creas
y ya sepas que no tengo escapatoria.
Y por los días en los que soy demasiado poeta
y dejo de ser persona.
En esos días,
ven aquí y recuerda que te quiero todos los días.
Y recuérdame que te lo diga.
Y recuérdame que me quieres
sobre todo
esos días.
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