Mi hija heredará mis ojos, no mis ojeras.
Heredará el anillo de oro que me dio mi abuela
y que nunca vendí no vaya a ser que un día. Y heredará su nombre. Y su fuerza.
Y la casa del pueblo si es que la quiere,
para que nunca olvide que ella es de tierra.
Aunque vuele.
Mi hija no será descendiente de Eva.
No heredará las cadenas, ni el pecado, ni la vergüenza de ver su cuerpo desnudo. Mi hija heredará la lucha, la libertad, las letras. Heredará los pies descalzos y las manos llenas.
Mi hija no heredará promesas.
Ni frustraciones. Ni mi cabeza.
Heredará todos los ríos, todas las playas, todas las noches llenas de estrellas.
Heredará el don de la alegría.
De desear. De pensar libremente y bailar cuando quiera.
Mi hija no heredará mis ambiciones, mis platos rotos, mis guerras.
Mi hija no será como su madre.
Mi hija no será mi heredera.
Heredará el anillo de oro que me dio mi abuela
y que nunca vendí no vaya a ser que un día. Y heredará su nombre. Y su fuerza.
Y la casa del pueblo si es que la quiere,
para que nunca olvide que ella es de tierra.
Aunque vuele.
Mi hija no será descendiente de Eva.
No heredará las cadenas, ni el pecado, ni la vergüenza de ver su cuerpo desnudo. Mi hija heredará la lucha, la libertad, las letras. Heredará los pies descalzos y las manos llenas.
Mi hija no heredará promesas.
Ni frustraciones. Ni mi cabeza.
Heredará todos los ríos, todas las playas, todas las noches llenas de estrellas.
Heredará el don de la alegría.
De desear. De pensar libremente y bailar cuando quiera.
Mi hija no heredará mis ambiciones, mis platos rotos, mis guerras.
Mi hija no será como su madre.
Mi hija no será mi heredera.
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