No lo entiendes.
No sabes qué es una condena,
sin haber sido condenada,
sentir el peligro
de manos sin espadas,
que te amenacen las calles,
sin que haya amenazas,
que estoy jodida,
jodida y sola,
y no puedo hacer nada.
No lo entiendes,
que a cárceles
no me gana nadie...
que envidio al asesino,
que sabe que el castigo acaba,
y sabe dónde está la puerta,
y por qué está en la jaula,
y puede odiar a su enemigo,
pero el mío
juega en casa.
No entiendes este poema,
no lo entiendes,
ni quiero que lo hagas.
No sabes qué es una condena,
sin haber sido condenada,
sentir el peligro
de manos sin espadas,
que te amenacen las calles,
sin que haya amenazas,
que estoy jodida,
jodida y sola,
y no puedo hacer nada.
No lo entiendes,
que a cárceles
no me gana nadie...
que envidio al asesino,
que sabe que el castigo acaba,
y sabe dónde está la puerta,
y por qué está en la jaula,
y puede odiar a su enemigo,
pero el mío
juega en casa.
No entiendes este poema,
no lo entiendes,
ni quiero que lo hagas.
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