Mi hermana tiene una sonrisa que no la tumba un torbellino,
que contagia
y en la que se esconden mil colores.
Cree que la vida es fácil y así camina,
y te convence de ello cuando coge la guitarra.
No le teme a los espejos,
su boca está llena de verdades,
y eso que vertieron en su alma
más de mil mentiras.
Mi hermana aguanta estoica los golpes de la vida,
los suyos y los que no le corresponden,
y siempre tiene una cerveza a mano
por si no ha llegado a tiempo
para poder evitarlo.
Empuja pesos muertos,
ha enseñado a bailar a toda la familia,
y prefiere llorar sola.
Mi hermana es de muchas risas
y pocas palabras,
(ha tenido la generosidad
de dejármelas todas)
y es tan valiente que sólo tiene miedo a los aviones.
Y aún así vuela.
Y me espera,
para recorrer los abismos y las cimas que tiene la vida.
Porque siempre está.
Y siempre es.
No se me ocurre mejor compañera de viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario