Hice inmortales a hombres que me dañaron.
Se quedaron con las palabras.
A los buenos, en cambio, los olvidé en los cajones, entre las risas, en las bragas.
Qué injusta he sido, a veces...
Qué estúpida.
Ahora,
más vieja,
más sabia,
sólo gasto en quien me toca.
En quien me toca bien.
Se quedaron con las palabras.
A los buenos, en cambio, los olvidé en los cajones, entre las risas, en las bragas.
Qué injusta he sido, a veces...
Qué estúpida.
Ahora,
más vieja,
más sabia,
sólo gasto en quien me toca.
En quien me toca bien.
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