Me conociste sucia,
afónica,
a cuatro patas.
No me pretendas limpia,
ni de pie,
ni callada.
No se mancha quien no juega,
no cae la que no anda,
a quien no grita no le duele
nunca la garganta.

No me pretendas
limpia,
ni de pie,
ni callada.
No me busques serena
donde nunca pasa nada
estaré rota con otra rota
puta
loca 
despeinada.
No me pretendas ¡nunca!
limpia
ni de pie
ni callada...

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