Yo,
que perdí la fe
un lunes antes de mediodía,
que me deconstruyeron
a base de no tocarme,
que buscaba mis sueños
en otras almohadas.
Yo,
que me equivoqué de boca
mil veces,
y me convertí en mala
compañera de baile,
y traspapelé cartas de amor
no correspondidas.
Yo,
que me fui al sur tras perder el norte,
me hice amiga de la luna
para no irme sola a casa,
y enemiga de mí misma
para que me acompañaran.
Yo,
que aprendí a ventilar la casa
sin abrir balcones,
que pensé eso
de una ya no tiene edad para estas cosas,
que la felicidad me halló
en una mesa para una.
Yo,
que era atea
en un mundo de beatas...
que creí no tener alma
por dársela al diablo,
(pero el alma no se vende,
sólo se presta),
que me inocularon la idea
de que después de la vida, sólo hay muerte...
Yo,
me he encontrado con tus ojos.
que perdí la fe
un lunes antes de mediodía,
que me deconstruyeron
a base de no tocarme,
que buscaba mis sueños
en otras almohadas.
Yo,
que me equivoqué de boca
mil veces,
y me convertí en mala
compañera de baile,
y traspapelé cartas de amor
no correspondidas.
Yo,
que me fui al sur tras perder el norte,
me hice amiga de la luna
para no irme sola a casa,
y enemiga de mí misma
para que me acompañaran.
Yo,
que aprendí a ventilar la casa
sin abrir balcones,
que pensé eso
de una ya no tiene edad para estas cosas,
que la felicidad me halló
en una mesa para una.
Yo,
que era atea
en un mundo de beatas...
que creí no tener alma
por dársela al diablo,
(pero el alma no se vende,
sólo se presta),
que me inocularon la idea
de que después de la vida, sólo hay muerte...
Yo,
me he encontrado con tus ojos.
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