Me merezco algún día sin tormentas,
sin tormentos,
algún día panza arriba
y de pies descalzos en la hierba.
Me merezco algún día de latidos por amor
y no por miedo,
de saber,
de estar segura,
que todo pasará
sin cicatrices que recuerden las caídas.
Merezco algún día,
(sólo un día,
prometo no acostumbrarme)
de respiración pausada,
de paseo tranquilo,
de mirar el paisaje
desde las alturas,
de una puta vez.
Me merezco dejar de luchar
en batallas ya ganadas,
tener que reconquistar cada plaza,
cada día,
no tengo cuerpos para más trincheras.
Me merezco algún día en el que el mundo,
por fin,
juegue a mi favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario