Él vivía tranquilo en su cuadrado
Hasta que ella rompió las esquinas para meter sus espirales.
Intenta encontrar los extremos,
Para convertirlas, por fin, en círculos,
Y cuando no puede agarra su mano para que no caiga al abismo.
Él le explica paciente
Las leyes inamovibles del universo
Pero no entiende como ella consigue
Que todas las noches brille la luna llena.
Él concreta lo abstracto.
Ella abstrae lo concreto.
Él le ha enseñado a dividir sus tormentos.
Ella le ha mostrado cómo se sueña con los ojos abiertos.
Él nunca se sentía solo,
Hasta que ella le habló de “nosotros”.
Ella ya no creía en “nosotros”,
Hasta que le miró a los ojos.
Él no pedía deseos a estrellas fugaces,
Hasta que ella no necesitó uno de los gordos.
Ella que había pedido miles,
Nunca pudo imaginarse,
Que se lo concedieran.
Hasta que ella rompió las esquinas para meter sus espirales.
Intenta encontrar los extremos,
Para convertirlas, por fin, en círculos,
Y cuando no puede agarra su mano para que no caiga al abismo.
Él le explica paciente
Las leyes inamovibles del universo
Pero no entiende como ella consigue
Que todas las noches brille la luna llena.
Él concreta lo abstracto.
Ella abstrae lo concreto.
Él le ha enseñado a dividir sus tormentos.
Ella le ha mostrado cómo se sueña con los ojos abiertos.
Él nunca se sentía solo,
Hasta que ella le habló de “nosotros”.
Ella ya no creía en “nosotros”,
Hasta que le miró a los ojos.
Él no pedía deseos a estrellas fugaces,
Hasta que ella no necesitó uno de los gordos.
Ella que había pedido miles,
Nunca pudo imaginarse,
Que se lo concedieran.
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