Despierta, hermana.
Para ti es la vida.
Despójate del pasado.
Desnúdate de las voces
que decían que no podías.
Acaríciate con cariño,
no pagues por otras caricias.
Lucha, hermana.
Por aquello que querías.
No eres de este mundo,
no intentes encajar en el mundo,
aprovecha que eres la niña,
que no juega a las princesas,
que le dan ataques de risa,
que sueña todas las noches,
que ya no le importa si miran,
que le dan vergüenza cosas tontas,
que sabe gritar rebeldía,
que no caben más pájaros en su cabeza...
que sigue creyendo que si hace algo
el mundo mejoraría.
Levántate, hermana.
Ya eres distinta.
A la que fuiste,
a las que son,
a la que creías que serías.
Para ti es la vida.
Despójate del pasado.
Desnúdate de las voces
que decían que no podías.
Acaríciate con cariño,
no pagues por otras caricias.
Lucha, hermana.
Por aquello que querías.
No eres de este mundo,
no intentes encajar en el mundo,
aprovecha que eres la niña,
que no juega a las princesas,
que le dan ataques de risa,
que sueña todas las noches,
que ya no le importa si miran,
que le dan vergüenza cosas tontas,
que sabe gritar rebeldía,
que no caben más pájaros en su cabeza...
que sigue creyendo que si hace algo
el mundo mejoraría.
Levántate, hermana.
Ya eres distinta.
A la que fuiste,
a las que son,
a la que creías que serías.
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