Aléjate,
aún no es tarde,
de esta loca sin remedio,
que va a llenar tu vida
de noches de desvelo,
de divagaciones sin sentido,
de palabras sinceras, 
de celos,
de lágrimas en luna llena,
de risas en cementerios,
de humo de cigarros a deshoras,
de hielo que arde y de frío fuego.
Aléjate,
que ahora puedes,
no te compliques con ésto,
no te quedes con éste corazón herido,
no lo intentes con éste cerebro enfermo.
Pero si a pesar de todo,
por amor,
o masoquismo,
te quedas con la loca,
con las noches de desvelo,
con las divagaciones sin sentido,
con las palabras y los celos,
con los cigarros consumidos,
fuera del cenicero,
si quieres complicarte la vida,
con éste corazón herido,
con éste cerebro enfermo...
te haré olvidar qué son las conversaciones tibias,
disfrutarás con el invierno,
ya no habrá días vacíos,
ni vicios repetidos,
te enseñaré dónde está el cielo,
ya no hará falta que sigas soñando,
porque te cogeré la mano para llevarte
donde se viven los sueños,
las cosas mejores,
si tú también me das la mano,
te pasarán mientras estés despierto.

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