No te engaño,
a mí también me cuesta
recomponer corazones,
alargar la sonrisa,
tener ilusiones.
Pero me levanto y sigo,
no dejo que mi cerebro
entre en ciertas cuestiones,
en penas, fracasos,
piedras, jirones...
que he aprendido
que para ser feliz
hay que echarle cojones.
Y se puede...
aunque los tristes,
amargados,
plomizos,
sin suerte,
peguen más voces.
a mí también me cuesta
recomponer corazones,
alargar la sonrisa,
tener ilusiones.
Pero me levanto y sigo,
no dejo que mi cerebro
entre en ciertas cuestiones,
en penas, fracasos,
piedras, jirones...
que he aprendido
que para ser feliz
hay que echarle cojones.
Y se puede...
aunque los tristes,
amargados,
plomizos,
sin suerte,
peguen más voces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario